lunes, 17 de marzo de 2014

(declaración del GCI ante las Marchas de la Dignidad)

 NO MÁS RECORTES

RECUPEREMOS LO QUE NOS HAN QUITADO:

ABAJO EL GOBIERNO DE RAJOY

El gobierno del PP, presidido por Rajoy, centra su actividad en atacar frontalmente a las clases populares. Los dos años y pico que lleva en el poder se han convertido en un verdadero Bienio Negro.

 Esto está llevando a la clase obrera y sectores populares a una situación límite: paro, recortes, privatizaciones de servicios públicos, leyes regresivas (aborto, seguridad ciudadana, enseñanza, etc.). Las sucesivas reformas laborales están situando a la mayoría trabajadora a un estado de indefensión casi total.

Estos que nos aprietan tanto las tuercas son los que se benefician a manos llenas de la corrupción. El PP es una organización que se financia ilegalmente, recompensando a sus jefes con sobres de dinero negro (caso Bárcenas). Un partido que servía como infraestructura para montar inmensos negocios sobre la base de robar dinero público (red Gürtel). La masacre de Ceuta es una buena muestra de la falta de respeto incluso por la vida humana de la que hace gala este gobierno, empezando por el muy católico ministro del Interior.

Las promesas electorales fueron sólo una triquiñuela que les asegurara una mayoría suficiente para llevar a cabo su premeditado plan de machaque a la población. Plan auspiciado por los organismos europeos y la Troika para salvar los eslabones más débiles de la Unión Europea (Grecia, Irlanda, Portugal, etc.), que demuestran el verdadero rostro del sistema capitalista: la explotación y opresión de la mayoría en beneficio de una minoría.

La popularidad del gobierno ha caído en picado entre su propio electorado. Sin embargo, el gobierno no cae. ¿Por qué? El PSOE es un puntal del gobierno. Rubalcaba no tiene más táctica que esperar a las elecciones de 2015. Y lo mismo pasa con las burocracias sindicales de CCOO y UGT. Incluso cuando convocaron una Huelga General, lo hicieron no con la intención de tirar al gobierno para echar atrás sus planes, sino como una forma de presión para volver a la mesa de negociación. Y en eso están desde entonces.

Luchar contra la crisis y los recortes es luchar contra el capitalismo. Lamentablemente éste no es el objetivo de esta convocatoria. El manifiesto de las marchas habla del capitalismo para criticarlo como causa de la crisis, pero cuando llega a las reivindicaciones se olvida de lo dicho y sólo pide más democracia. Estamos de acuerdo con la necesidad de luchar por la democracia, incluyendo la república, el derecho de autodeterminación, la disolución de los cuerpos represivos, etc. Pero pensamos que la propia situación exige continuamente poner en primer plano las consignas de transición, anticapitalistas, como la expropiación general de la banca y la gran empresa, el control obrero concebido como derecho de veto de las plantillas sobre despidos, etc, la escala móvil de salarios y horas de trabajo (con indexación de los salarios con la inflación y la reducción de jornada sin reducción salarial), etc.

Son consignas de transición porque sólo las puede aplicar un gobierno de los trabajadores y porque son pasos previo al programa máximo, el de la abolición del capitalismo, la propiedad privada y el trabajo asalariado. Aunque aún no hemos entrado en una situación abiertamente revolucionaria, en la que se pueda luchar directamente por aplicar de estas reivindicaciones, la obligación de los que nos consideramos “anticapitalistas” es difundir y popularizar estas consignas.

La gravedad del ataque hacen necesaria una respuesta al mismo nivel, uniendo todas las luchas en curso. Las Marchas de la Dignidad responden a esta necesidad. Las organizaciones que están detrás abarcan el abanico completo de las que han protagonizado las más sonadas de las últimas luchas populares. Aunque las direcciones de CCOO y UGT como tales no convocan, muchos sindicalistas de estas centrales están participando en la organización y han sacado un manifiesto de apoyo.

Por eso, Las Marchas se pueden convertir objetivamente en un gran acto que escenifique la unidad de acción entre todos los sectores y organizaciones de la clase obrera y las capas populares frente al enemigo común, para tirar al gobierno, más allá de las consignas concretas bajo las cuales se realiza la acción.

Grupo de Comunistas Internacionalistas,

16 de marzo 2014

TODOS A LAS MARCHAS DE LA DIGNIDAD,
TODOS A MADRID
ABAJO EL GOBIERNO DEL PP

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