lunes, 18 de agosto de 2014

mientras el gobierno prepara la “ley mordaza”,

OFENSIVA JUDICIAL CONTRA SINDICALISTAS... Y CONTRA LOS SINDICATOS
Después de una semana en la cárcel, la Audiencia Provincial de Granada ha suspendido el cumplimiento de la pena de prisión a Carlos. Carmen, la otra condenada, no entrará en prisión.
Este caso de Granada es de los más significativos, pero hay muchos más. Alrededor de 260 activistas sindicales están encausados por participar en piquetes y protestas en 81 procedimientos penales, que suman unos 125 años de cárcel. Esto se suma a las innumerables multas acumuladas por sindicatos como el SAT.

Hay toda una ofensiva represiva del Gobierno del PP, a través de los fiscales, contra el movimiento obrero. Esta es la otra cara de la moneda de su política de recortes, de contrarreformas laborales y eliminación de derechos básicos.
La respuesta que cabría esperar de CCOO y UGT ha brillado por su ausencia hasta hace poco. Cuando ya había condenad@s a punto de entrar en prisión, los dirigentes de las centrales sindicales mayoritarias han empezado a hacer tímidos gestos en contra de esta situación: algunas manifestaciones, concentraciones, entrevista con el Ministro de Justicia, carta firmada por varias confederaciones sindicales europeas impulsada por ellos. La fuerte solidaridad de la gente de base con sus compañer@s contrasta con la indolente actitud de los dirigentes.
Pero la irresponsabilidad de los dirigentes no queda aquí. Con sus chanchullos, evidenciados en los escándalos que están saliendo a la luz, como el de los cursos de formación, facilitan la intromisión del Estado en la vida de las organizaciones obreras.
El interés del sistema capitalista actual en crisis va más allá de castigos ejemplares a activistas aislados. Necesita acosar, atacar a las organizaciones sindicales como tales hasta convertirlas en guiñapos inservibles. La necesidad de sobreexplotación, de condiciones de trabajo iguales a la ley de la jungla, pone al capitalismo actual en contradicción con la más elemental organización obrera.
Por lo tanto es mucho lo que nos jugamos. Es necesaria una respuesta a la altura de los ataques.
No sirven gestos simbólicos ni lloriqueos ante un ministro, que va a defender lo suyo no a los obrer@s luchadores. Hace falta defender las organizaciones y métodos de lucha obreros. Defender a los delegad@s combativos, los comités de empresa, los sindicatos de clase. Defender el derecho de huelga, los piquetes como instrumento privilegiado de la lucha obrera.
Los activistas no pueden quedarse sólos o abocados a soluciones individuales, como los cuatro mineros asturianos empujados a autoinculparse para rebajarles las penas y así no ingresar en prisión. Hay que arropar con la mayor solidaridad a los encausados por luchar. Hay que exigir que se suspendan todos los procesos y todas las multas. Hay que recuperar el sindicalismo combativo, militante, consecuente defensor de los intereses de la clase obrera por encima de todo y en todos los sindicatos de clase.
Pero para esto tenemos un problema, los dirigentes sindicales. Su política preferida es la de la “paz social” mientras el Capital nos declara una guerra sin cuartel. No es por elección ideológica, es por interés particular. La burocracia sindical es un sector social privilegiado, stuado por encima de la clase trabajadora. Y la fuente de sus privlegios es su ligazón a la patronal y el estado mediante su papel como “representante” de los trabajadores. Por eso no tienen empacho en fotografiarse con Rajoy cuando las Marchas de la Dignidad están a las puertas de Madrid el 22M. Los que ruegan una y otra vez que se reabra el “dialogo social” mientras boicotean una huelga ejemplar como la de Panrico. Los que sacan tajada de los EREs, es decir de los despidos masivos. Los que comprometen la vida de las organizaciones sindicales con sus corruptelas. Nada se puede esperar de los actuales dirigentes de CCOO y UGT. Hay que echarlos.
Hay que echar también al estado burgués, a sus jueces, fiscales y policía de nuestras organizaciones. Nosotr@s mism@s nos haremos justicia de las tropelias de estos dirigentes.
Necesitamos recuperar los sindicatos para un sindicalismo combativo y militante, quitar a los burócratas y acabar con el régimen totalitario que han impuesto en nuestras organizaciones para acallar las voces críticas y seguir impunemente con sus chanchullos.
Grupo de Comunistas Internacionalistas, 17 de agosto de 2014
  • NINGÚN/A ACTIVISTA SINDICAL A LA CARCEL
  • EN LOS CASOS DE CORRUPCIÓN SINDICAL, POR UNA COMISIÓN OBRERA DE INVESTIGACIÓN COMPUESTA POR LOS AFILIADOS Y SINDICATOS AFECTADOS O NO.
  • DEFENDAMOS NUESTRA ORGANIZACIONES (DELEGAD@S COMBATIV@S, COMITES Y SINDICATOS) Y NUESTROS METODOS DE LUCHA, (HUELGAS, ASAMBLEAS, PIQUETES...) SOBRESEIMIENTO DE TODOS LOS CASOS, ANULACIÓN DE TODAS LAS MULTAS

2 comentarios:

  1. A todo esto yo le agregaría una campaña por una Huelga General para terminar con los ajustes, la criminalización de la protesta social, fuera Rajoy

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  2. Y fuera la burocracia de los sindicatos!!!

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